Continuando con el taller de lectura de clásicos, en Nueva Acrópolis Córdoba hemos organizado una actividad sobre el concepto de amistad en la filosofía de Aristóteles. Aristóteles es uno de los tres grandes filósofos griegos de la Antigüedad junto a Sócrates y Platon. Nació en el año 384 a.C. en Estagira, una ciudad macedonia cercana al monte Athos, de ahí el apelativo habitual de Estagirita. Fue discípulo de Platón y preceptor de Alejandro Magno.

Para Aristóteles una de las tareas principales de la filosofía es el estudio de los principios fundamentales del conocimiento y la realidad, y nos ha dejado una extensa obra cuyos planteamientos han influido al pensamiento occidental hasta nuestros días. Uno de sus campos de estudio fue la Ética, con obras como la Ética a Nicómaco, la Ética Eudemia y la Gran Ética, siendo la primera la obra más conocida de las tres. Para el filósofo, toda actividad humana tiende hacia algún bien y el bien supremo es la felicidad. La ética sería el estudio de lo correcto o equivocado en el comportamiento humano, la moral y la virtud.

El libro VIII de la Ética a Nicómaco está dedicado a la Amistad, fenómeno universal y necesario para todo ser humano.

Naturaleza de la amistad

«La amistad es una virtud o algo acompañado de virtud, y, además es lo más necesario para la vida. En efecto, sin amigos nadie querría vivir. La amistad parece darse de un modo natural en el padre para con el hijo, y en el hijo para con el padre, no sólo entre los hombres, sino tambien entre las aves y la mayoría de los animales, y entre los miembros de una misma raza, y especialmente, entre hombres; por eso, alabamos a los filántropos. En los viajes tambien puede uno observar cuán familiar y amigo es todo hombre para todo hombre. La amistad también parece mantener unidas las ciudades, y los legisladores se afanan más por ella que por la justicia. En efecto, la concordia parece ser algo semejante a la amistad, y a ella aspira sobre todo, y en cambio procuran principalmente expulsar la discordia, que es enemistad. Y cuando los hombres son amigos, ninguna necesidad hay de justicia, pero , aun siendo justos, si necesitan de la amistad, y parece que son los justos los que son más capaces de amistad. Pero la amistad es no sólo necesaria, sino también hermosa

Especies de amistad

Dice Aristóteles que son tres los tipos de amistad:

  • Los que se quieren por interés. Estos no se quieren por si mismos, sino en la medida en que pueden obtener algún bien unos de otros.
  • Los que aman por placer, así lo hace el que se complace con los frívolos, no por su carácter, sino porque le resultan agradables.
  • La amistad perfecta. Es la de los hombres buenos e iguales en virtud, pues en la medida en que son buenos, de la misma manera quieren el bien el uno del otro, y tales hombres son buenos en si mismos.

Las dos primeras dice el filósofo que son amistad por accidente, porque uno es amigo no por lo que es, sino por lo que procura, ya sea utilidad o placer. Por eso, tales amistades son fáciles de disolver. Cuando ya no son útiles o agradables el uno para el otro, dejan de quererse. Por contra, la amistad perfecta permanece mientras la bondad está presente, y la virtud es algo estable.

Correspondencia en la amistad

Aristóteles dice que la lejanía apaga la amistad. «… las distancias no rompen sin más la amistad, sino sólo su ejercicio. Pero si la ausencia se prolonga, también parece que la amistad se olvida, y por eso se dice que la falta de trato deshace muchas amistades… Los que se aceptan entre sí como amigos, pero no conviven, parecen más benévolos que amigos, ya que nada hay tan propio de los amigos como la convivencia.»

«No es posible ser amigo de muchos con perfecta amistad, como tampoco estar enamorado de muchos al mismo tiempo… En cambio, por utilidad o por placer es posible agradar a muchos, porque muchos son los que están en esas condiciones, y tales servicios requieren poco tiempo».

La igualdad, base de la verdadera amistad

«Puesto que la amistad consiste más en querer y alabamos a los que quieren a sus amigos, el amor parece ser la virtud de los amigos, de suerte que aquellos que experimentan ese sentimiento de acuerdo con el mérito, éso son amigos seguros y lo es su amistad. Así es, principalmente, como los desiguales pueden ser amigos, ya que pueden igualarse. Pues la igualdad y la semejanza son amistad, sobre todo la semejanza en la virtud, puesto que, siendo constantes en sí mismos, permanecen también así respecto del otro, y ni piden cosas cosas malas ni las hacen a los otros, sino que, por así decirlo, incluso se las impiden recíprocamente; pues es propio de los buenos no caer en el error, ni permitir a los amigos que caigan en él.»

José Morales