Dante Alighieri, padre de la lengua italiana, nació en 1265, en la ciudad-estado de Florencia. Parece probado que su familia pertenecía a la pequeña aristocracia, venida a menos tras el desarrollo del comercio y la banca por la burguesía. A pesar de ello participó muy activamente de la vida oficial de la ciudad. Tuvo amistad con el poeta Guido Cavalcanti, máximo exponente por entonces de la escuela poética del Dolce Stil Novo.
Momento decisivo fue su encuentro con Beatriz (Beatriz di Folco Portinari, casada con un prestigioso miembro de la familia Bardi, conocida desde su niñez por nuestro poeta y muerta en 1290). De la existencia real de Beatriz y de su transformación simbólica surge la literatura alegórica que tanta importancia tuvo en la Edad Media europea. Dante preanuncia La Divina Comedia en una obra anterior al decir que dirá de Beatriz lo que nunca ha sido dicho de mujer alguna.
La sublimación de este amor se produce a través de la entrega absorbente de Dante a los estudios de filosofía. Esta es la nueva vida que inicia Dante y que le lleva a apartarse del stilnovismo para entregarse a una labor de creación sin precedentes. En esta etapa se dedica también muy intensamente a la política. En Dante se da un perfecto maridaje entre teoría y práctica, entre razón y acción. En 1301 acabó su carrera política y comenzó un prolongado aunque fecundo exilio, que duró veinte años y sólo concluyó con la muerte del poeta. La razón del exilio fue la política de dominio temporal del papado, personificada en Bonifacio VIII ( Papa que junto a Nicolás III aparece condenado en el Infierno en los términos más duros), que aliado con Carlos de Valois intentó el dominio sobre toda la Toscana. Cuando este último se apoderó de Florencia, Dante fue condenado al exilio.
Dante evoluciona desde la poesía cortés pasando por el stilnovismo, hasta ir más allá de éste en la sublimación de Beatriz que está en la idea inspiradora de la Divina Comedia. La figura de Beatriz se va sublimando convirtiéndose en ejemplo de vida insuperable, en alma subida al cielo, inspiradora de la tendencia de Dante a la gloria eterna. La Divina Comedia puede ser considerada como la máxima creación del pensamiento medieval. Esta obra ofrece más de lo que podría derivarse de una lectura superficial: es la experiencia espiritual de un cristiano, todo el saber de la época concentrado, un retrato apasionante de los acontecimientos personales y colectivos que su autor vivió, una visión mística exquisita en su expresión y por último, un mensaje anunciador de la reconquista de la justicia y la libertad por todo el género humano.
La idea primitiva que lo inspira será la exaltación celestial de la mujer amada; tras su muerte, una continuación del amor que transciende las dimensiones físicas de este mundo convirtiéndose en pura espiritualidad.
El título que hoy conocemos de Divina Comedia apareció por primera vez en la edición de Venecia de 1555; los contemporáneos la conocieron solamente por Comedia . Ni el argumento ni el género literario coinciden con lo que modernamente llamamos comedia. Comedia sería mas bien para Dante lo que empieza mal y acaba bien. El viaje de Dante desde el Infierno hasta el Paraíso es el paso desde el pecado a la gracia.
Dante se inspira en el mundo clásico ( Virgilio y la bajada de Eneas al Tártaro; el Somnium Scipionis de Cicerón, el sistema de las esferas celestes, etc) así como en las Sagradas Escrituras y sobre todo en los Padres y en la literatura religiosa medieval. También podría haber influido el árabe Libro de la Escala o bajada a los Infiernos del Profeta.
Dante se expresa alegóricamente a través de los números, entre los cuales hay algunos que representan en algún grado la perfección: el Uno, porque se expresa a sí mismo, porque no está formado por parte, porque Uno es Dios; el Tres expresa la Sagrada Trinidad divina, etc. Así la Divina Comedia es un solo poema, dividido en tres cánticas, cada una compuesta por 33 cantos, que junto con el proemio (primer canto introductorio) dan un total de 100, con lo que todo se vuelve a cerrar en la Unidad.
El poema narra el viaje de Dante desde la selva en que se encuentra perdido (el pecado) por el único camino practicable, por el subsuelo, guiado por el alma de Virgilio (símbolo de la razón que domina el pecado de los instintos), a través del Infierno, donde van conociendo los pecados y los padecimientos consecuentes de diversos personajes. Después de atravesar todo el Infierno llegan al monte del Purgatorio, y comienzan su ascenso; allí conocen a los que padecen duros castigos pero que al menos conservan la esperanza de que algún día entrarán en el Paraíso. Una vez purificado tras su ascenso por el Purgatorio, Dante llega al Paraíso. Aquí se despide de Virgilio, que ya no puede seguir conduciéndolo y a partir de aquí quien lo guiará será Beatriz (llega un momento en que la razón no puede ir más allá y debe continuar en su lugar la gracia). Dante ascenderá en los distintos grados de la perfección y felicidad del Paraíso hasta llegar a la salvación o contemplación de Dios.
Hemos de tener en cuenta cuatro sentidos a la hora de leer la Divina Comedia. Así, Dante nos explica en otra obra que los textos pueden y deben ser interpretados en cuatro sentidos: el primero es el literal , el cual no significa nada más que lo que dicen las palabras. El segundo se llama alegórico y es el significado que se oculta bajo el manto del argumento y consiste en una verdad escondida tras una bella ficción. El tercero es el moral , que los lectores deben buscar atentamente para su propia mejora y la de sus descendientes. El cuarto sentido es el anagógico , es decir, sobreentendido, que es aquel en el cual, siendo verdad lo que se dice literalmente, es además verdad porque se refiere a verdades concernientes a la gloria eterna.
Los tres reinos aparecen perfectamente estructurados, no sólo en el número de cantos, sino en las divisiones topográficas internas: en el Infierno están distribuidos los diferentes pecados, en el Purgatorio las inclinaciones pecaminosas y en el Paraíso las diferentes virtudes. La situación concreta de cada alma se corresponde con la naturaleza del pecado-tendencia-virtud que la define.
El Infierno es una especie de cráter, de cono invertido por el que se va descendiendo a través de círculos cada vez más estrechos y más dolorosos. En los primeros círculos se castigan los pecados menos graves, y así en un orden creciente de dolor hasta llegar al centro de la Tierra y fin del Infierno.
En el Purgatorio se hace el movimiento contrario: en vez de bajar se asciende por la montaña del Purgatorio, en cuya cumbre se encuentra el Paraíso. Dante va conociendo las penas purificadoras que padecen las almas. Todos los personajes que hay en el Purgatorio han actuado por amor, aunque lo hayan hecho de manera errada. Los más cercanos al Paraíso son los menos errados y los más alejados los más.
En el Paraíso todos son completamente felices, pero sin embargo son presentadas las almas en la infinita variedad que existe dentro de la completa felicidad. También aquí existe una jerarquía. Conforme Dante se va elevando, va entendiendo más, hasta llegar al conocimiento completo que se da en Dios.
¡Qué inútiles son las palabras para expresar el concepto y qué pálido el concepto para expresar lo que vi!
Bibliografía : Introducción a la Divina Comedia , por Ángel Chiclana. Colección Austral. Espasa