15 de Abril, Día Mundial del Arte

Nuestro mundo está en silencio. Nuestro mundo ha perdido la alegría. Ya no se escucha el murmullo de las gentes al pasear por las calles. Ya no corren los niños, ni gritan, ni juegan. Cada hora que pasa, muchas personas recorren una línea oscilante entre la vida y la muerte. La mayoría aguardamos escondidos en nuestras casas, viendo transcurrir la primavera por nuestras ventanas, encogidos, preocupados, angustiados la mayor parte del tiempo, y el que nos queda, dejamos que salga una vaga esperanza. Pensamos en los seres queridos que se encuentran lejos, pensamos en nuestras amistades; soñamos con disfrutar de sus risas, soñamos con sentir sus abrazos, soñamos en volver a estar juntos. Mientras, la vida continúa, y los pájaros, ajenos a lo que ocurre, canturrean sus improvisadas melodías. Ellos son libres, ¡qué envidian nos dan!

El sol calienta de forma tímida las fachadas de nuestros edificios, y el aire suavemente templado, nos susurra el lenguaje de la naturaleza, nuestra gran madre, la madre que nos cobija y a la que ya no miramos. A veces recurrimos al humor para soltar nuestra tensión de tantos días acumulados, y otras veces, recurrimos al arte para expresar aquéllo que llevamos dentro, o aquéllo que nos ayuda a conseguir más oxígeno.

¿Por qué recurrimos al arte en los momentos difíciles? ¿Por qué se vuelven los instantes artísticos más intensos?

Decía René Huyghe que el arte es un medio por el que respira el alma, añadiendo que “el ser aislado o la civilización que no llegan al arte, están amenazados por una secreta y asfixia espiritual, por una turbación moral”. Y esto es lo que considero que nos hace falta ahora mismo, respirar el alma de forma espiritual y global, de forma profundamente humana. No quedarnos aislados, y volver a conectar con una ética y con una belleza más auténticas, que nos permita desarrollarnos como seres humanos. Lo estamos viviendo durante estos días, cuando dejamos a un lado nuestro individualismo.

Desde nuestras trincheras de cemento, observamos como el arte nos ayuda a integrarnos socialmente, nos une mucho más con nuestras familias, con nuestros vecinos, con nuestros compañeros de trabajo, con nuestros amigos. Nos ayuda a conocernos de una forma más bella, más natural. Nos ayuda a fortalecernos emocional y mentalmente. Nos ayuda a sonreír, nos ayuda a disipar nuestras sombras con un cálido sentimiento. Una música, un baile, una poesía, una canción, un dibujo…¿Qué sería de nuestro mundo sin el arte? ¿Qué sería de nosotros si no existiera el arte para aliviar nuestra pesadez diaria? ¿Que haríamos sin los nobles valores que nos inspira el arte? ¿Cómo podríamos abarcar sin el arte los bellos horizontes de la imaginación?

El contacto con las artes nos humaniza, y esto es algo que podemos recuperar y compartir entre todos. Todos podemos ser artistas de la vida, haciendo la vida más fácil a los demás. Todos podemos traspasar los corazones, escondidos tras duras corazas de desalientos. Todos podemos cantarle al miedo, haciendo que se disuelva sin dejar huella. Todos podemos regalar poesía, haciendo que las palabras acaricien nuestros sentidos. Todos podemos dibujar movimientos, haciendo que las notas musicales nos liberen el alma. Todos podemos escribir una nueva historia, haciendo que los monstruos de nuestro egoísmo salgan corriendo.

La Naturaleza nos habla. Nos obliga a escuchar su profunda lección. Nos invita a escuchar sus sonidos en nuestra soledad interior. Nos enseña a valorar con gratitud el momento presente. Nos enfrenta a observar nuestras huellas marcadas por la prisa…“Aquel que en busca de su propia felicidad causa sufrimiento a los demás, queda esclavo del odio que él mismo ha engendrado”, Dhammapada.

En el silencio y en la reflexión nacen todas las posibilidades, todas las soluciones, y todas las inspiraciones. Que nuestras inspiraciones sean movidas por una nueva forma de vivir más bella, más sana, más generosa. Que el arte nos siga uniendo a pesar de las dificultades. Que el acceso a la belleza y a la bondad no se quede en pasajeras intenciones. Que el Arte y los Artistas nunca nos falten, que siempre se encuentren en nuestra vida llenando nuestros corazones.

Para todos los artistas anónimos ¡Gracias! Gracias por seguir adelante en este difícil camino de la vida. Gracias por sentir esta vocación al servicio de la sociedad. Gracias por embellecernos los minutos y darnos esperanza. Gracias por hacernos sentir más unidos que nunca en estos momentos tan complicados.

A todos los que aman el Arte

¡Gracias por vuestra luz y fortaleza!

Eres un artista aunque no lo sepas, porque amas la obra de la naturaleza, porque tratas de conocer y respetar sus leyes, porque buscas la armonía de la vida” (Delia S. Guzmán)

Gloria Godoy
Bailarina e Investigadora
Danza Fusión Oriental