La educación es muy importante para que seamos felices. Es la base para una sociedad justa, igualitaria y autosuficiente, mediante la adquisición de profundos conocimientos. A través de la lectura, la reflexión, la enseñanza y el buen ejemplo, nos ayuda a transformarnos para ser mejor. La educación nos permite hacer de puente en la transmisión de los valores entre generaciones, impulsando una sociedad más equilibrada y librepensadora.

Cuando hablamos de educación, no nos referimos sólo al aprendizaje de datos en los libros, o de asistir a clase para obtener una titulación; es también el poder adentrarnos en las enseñanzas que nos muestra la vida para tratar con nuestros semejantes, abarcando el respeto, la comprensión y la solidaridad. Alcanzar el arte en la transmisión de valores morales en el momento en el que vivimos, es fundamental.

La educación no sólo se produce mediante la teoría, debe estar además presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes de una manera práctica, para poder mejorar nuestros hogares, nuestros entornos, y nuestras ciudades.

Solo educando el corazón, podremos despertar la grandeza del ser humano.

La educación trae confianza,
la confianza trae esperanza,
la esperanza trae paz”
Confucio

Antonia de Dios Polo