El profesor J. Á. Livraga, en las muchas clases de filosofía que impartió a sus discípulos, dijo una y otra vez que las fronteras no son barreras sino puentes. Cuando las fronteras dividen a los seres humanos y los enfrentan, son un claro ejemplo de la gran separatividad y distanciamiento que hemos creado entre nosotros.
Los seres humanos comenzamos a levantar muros cuando perdimos la capacidad de convivir, cuando perdimos el respeto y la confianza, que dieron paso al miedo y a la intolerancia. Si apostamos por la convivencia, tenemos que cambiar el concepto de frontera. Es una cuestión que llevará tiempo, pero necesitamos hacerlo.
Inspirada por este enfoque os dejamos el poema de Lola Benítez.
Fronteras
Las fronteras del respeto
debemos de levantar
y caminar todos juntos
en concordia y hermandad.
Desterrando la violencia
desterrando la maldad.
Fronteras donde el amor
se pudiese derrochar,
cambiando la faz de la tierra
para poder avanzar.
Solamente esas fronteras
deberíamos levantar
y enarbolar sobre ellas
la bandera de la Paz.
Lola Benítez